Nos mueve hacia adelante el perfecto AMOR de Dios, su GRACIA salvadora y su soberana VOLUNTAD. La FE que puso en nosotros nos genera PASIÓN por su obra y nos llena de GRATITUD por sus incontables maravillas. Queremos SERVIRLE y llevar las BUENAS NOTICIAS a todo el planeta. Nuestra madurez se ha de expresar claramente en nuestra OBEDIENCIA que es motivada día en día por el PODER de su PALABRA que es nuestro deleite cotidiano y ÚNICA regla de FE y PRÁCTICA.